Mala redistribución de las regalías (La República)

Mala redistribución de las regalías (La República)

Actualmente se discute en el Congreso el proyecto de Acto Legislativo no. 40, que modifica nuevamente la distribución de las regalías. Los últimos cambios se hicieron en 2011 (Acto Legislativo 05). La nueva redistribución busca aumentar la participación de las entidades territoriales productoras y de los municipios portuarios. La explicación de las razones por las cuales se modifica el Sistema General de Regalías (SGR) no es clara. Las evaluaciones realizadas por el Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional, habían llegado a la conclusión que la distribución de 2011 dio buenos resultados. Entre otras razones, porque las regalías se distribuyeron de manera más equitativa entre las regiones. La Contraloría de Edgardo Maya siempre criticó esta forma de distribución. En sus estudios se muestra que las regalías se dispersaron en más de 12.000 pequeños proyectos, sin ninguna visión estratégica.

El proyecto de acto legislativo hace caso omiso de las dos evaluaciones anteriores. Primero, porque abandona el criterio de equidad regional. Y, segundo, porque tampoco acepta las recomendaciones de la Contraloría.

En el diagnóstico se observa que entre 2012 y 2018 las regalías hacia las entidades productoras cayeron 78% en pesos constantes. Aunque esta variación es significativa, no se explica por qué motivo esta disminución ha sido problemática. Precisamente, gracias a que se le redujeron las transferencias a los productores, la distribución global de las regalías fue más equitativa.

En el proyecto de acto legislativo no se incorporan las observaciones que en su momento hizo la Contraloría. En lugar de dejar la puerta abierta para definir proyectos estratégicos, el acto legislativo vuelve a establecer porcentajes de reparto inamovibles.

La Comisión del Gasto propuso que las regalías se articulen al Sistema General de Participaciones (SGP), y que estos recursos se distribuyan siguiendo la lógica propia de los presupuestos por programa. Desde la perspectiva señalada por la Comisión, es posible diseñar grandes programas de inversión con un sentido estratégico. Esta opción se cierra con la distribución porcentual que se incluye en el proyecto de acto legislativo. Es equivocado continuar financiando pequeños proyectos, con alcance local. Es bueno recordar que solamente en el componente de Ciencia y Tecnología se aprobaron más de 2.000 proyectos. Es una piñata en la que las entidades territoriales compiten por proyecticos sin horizonte de mediano plazo.

La propuesta de acto legislativo reconoce que los Ocad (Órgano Colegiado de Administración y Decisión) no han funcionado bien, porque no lograron articular los distintos proyectos con una perspectiva regional y, además, porque se convirtieron en entes burocráticos muy pesados. Este reconocimiento del fracaso de los Ocad no está acompañado de una propuesta alternativa.

Se reconoce la necesidad de un manejo eficiente y equitativo de las regalías, pero no se explica el significado de ambas categorías. La eficiencia se asocia de manera confusa con la austeridad, pero no con la selección de proyectos estratégicos. Y la equidad se asimila a la distribución regional, dejando de lado el ingreso de los hogares. El acto legislativo propuesto no retoma la noción de equidad de las comisiones de Gasto, y Tributaria, que centran la atención en la capacidad de pago de las familias.

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