Calificación crediticia de Colombia
S&P y Moody’s rebajaron la calificación crediticia de Colombia en julio de 2025, como resultado del elevado déficit fiscal, el crecimiento de la deuda pública y la suspensión de la regla fiscal. Esta decisión incrementa el riesgo financiero del país, genera incertidumbre en los mercados y podría afectar las tasas de interés, la inversión extranjera y el acceso a crédito internacional.
La rebaja, anunciada por las agencias S&P Global Ratings y Moody’s, refleja el deterioro sostenido de las finanzas públicas, lo que ha despertado preocupación tanto en el entorno económico nacional como en los mercados internacionales.
La decisión obedece a un deterioro fiscal estructural y sostenido, que ha encendido las alertas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas del país. A continuación, se presenta un análisis de las razones detrás de la decisión tomada por las calificadoras de riesgo.
Un déficit fiscal creciente e insostenible
Uno de los factores clave detrás de la rebaja es el creciente desequilibrio fiscal. El déficit fiscal alcanzó el 6,1 % del PIB en 2024 y se proyecta que aumente hasta el 7,1 % en 2025, niveles muy por encima de los límites prudentes definidos por organismos internacionales como el FMI.
Este desequilibrio indica que el Gobierno colombiano está gastando mucho más de lo que recauda, lo cual genera presiones adicionales sobre su capacidad de pago.
Aumento de la deuda pública y carga de intereses
La deuda pública neta del Gobierno colombiano muestra un ascenso sostenido. Entre 2025 y 2028, se espera que supere el 64 % del PIB, lo que implicará un mayor esfuerzo financiero para cumplir con los compromisos adquiridos. Además, el pago de intereses por esta deuda podría alcanzar el 5 % del PIB en 2026 y representar hasta el 17 % de los ingresos del Gobierno central en 2025, lo cual reduce aún más el margen para inversión social y gasto productivo.
La suspensión de la regla fiscal genera incertidumbre
Otro aspecto señalado por las calificadoras es la suspensión de la regla fiscal, herramienta diseñada para garantizar el equilibrio entre ingresos y gastos públicos, así como un nivel de deuda sostenible.
La regla estará suspendida durante tres años consecutivos, y su inoperancia ha generado incertidumbre sobre la disciplina fiscal del Gobierno. La falta de una guía clara para un ajuste que permita el retorno a la regla dificulta prever una corrección sostenible del déficit.
Bajo crecimiento y opciones limitadas de ajuste
La capacidad de ajuste presupuestario también está limitada. El contexto actual de bajo crecimiento económico —el Banco Mundial estima que el crecimiento colombiano será del 2,4 % en 2025—, sumado al aumento del gasto público, ha reducido el espacio fiscal.
En este escenario, el Gobierno ha anunciado que presentará una reforma tributaria en el segundo semestre. Sin embargo, dadas las tensiones con el Legislativo, su aprobación en el Congreso es incierta.
Perspectiva negativa y advertencias de nuevas rebajas
S&P, además de reducir la calificación soberana, mantuvo una perspectiva negativa y advirtió que, si no se adoptan medidas contundentes para estabilizar la deuda y el déficit, podrían darse nuevas degradaciones en los próximos 18 meses. Por su parte, Moody’s mantuvo el grado de inversión, aunque también señaló el deterioro fiscal y la suspensión de la regla fiscal como factores preocupantes.
Mayores tasas y menor inversión
La rebaja de la calificación tiene efectos directos e inmediatos. Colombia deberá pagar tasas de interés más altas para financiarse en los mercados internacionales, lo que encarecerá el costo de la deuda. Además, existe el riesgo de perder acceso a fondos de inversión que solo operan en países con grado de inversión.
También podría haber una salida de capitales extranjeros y mayor presión sobre los títulos de deuda pública, lo cual empeoraría el panorama financiero y afectaría negativamente la inversión, la confianza empresarial y el crecimiento económico.
Llamado al ajuste fiscal para mejorar la calificación crediticia de Colombia
La rebaja en la calificación de riesgo soberano refleja una creciente percepción de vulnerabilidad fiscal. El país enfrenta una combinación crítica de alto déficit, aumento de la deuda, ausencia de reglas fiscales claras y bajo crecimiento económico.
A poco más de un año de finalizar el gobierno de Gustavo Petro, la situación fiscal es preocupante. El próximo gobierno recibirá un panorama desafiante que requerirá medidas firmes y estará expuesto al riesgo de nuevas rebajas en la calificación de riesgo.




